Están realizadas en metal plateado, repujado y cincelado siguiendo las técnicas tradicionales de la orfebrería sevillana, sin la utilización de moldes ni piezas de fundición.
El diseño está basado en modelos barrocos del Setecientos y consta de una tarja formada por roleos y hojas de acanto, y centrada por una pequeña cartela oval donde aparecen en las tres potencias las respectivas letras P A X, alusivas a la advocación del Santísimo Cristo.
Cada una de ellas tiene dos rayos flamígeros que se alternan con otros dos en forma de punta. Rematando el eje central figura una flor de lis estilizada, motivo que se empezó a utilizar en este tipo de piezas a principios del siglo XVIII con la llegada de la Casa de Borbón a la Corona de España. Este elemento alude al carácter de Jesucristo como Rey del Universo.
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